El director de Synopsis y politólogo analizó la derrota electoral en las PASO por parte del Gobierno y la jornada de renuncias por parte de la mitad del Gabinete. “Esta coalición no se pone de acuerdo en interpretar y reaccionar con respecto al resultado”, agregó.
El Gobierno vive sus horas más complicadas desde que asumió en diciembre de 2019. Después de la pandemia, la derrota electoral del pasado domingo en las PASO por una importante diferencia y la jornada de renuncias ponen en jaque la estabilidad de Alberto Fernández.
En ese sentido, el director de la consultora Synopsis y politólogo, Lucas Romero, analizó la jornada del miércoles como uno de los primeros coletazos de la derrota en los comicios del pasado domingo.
“Es inevitable vincular todo lo sucedido hoy con lo que pasó el domingo. En el escenario político, hace varios meses, hay una crisis en el liderazgo de legitimidad del presidente. La candidatura de Alberto no fue legitimada por los miembros de la coalición, sólo fue aceptada”, sentenció.
En diálogo con Quiero Vale Cuatro, por FM Milenium, sostuvo que “un resultado adverso iba a generar una profundización de la legitimidad en la presidencia. Este era un desafío para la coalición”.
“Esta coalición no se pone de acuerdo en interpretar y reaccionar con respecto al resultado. Con un liderazgo en crisis no hay nadie que conduzca esto. Hay un sector que, frente al liderazgo debilitado del presidente, decide incrementar presión para generar en el presidente la reacción que se busca”, remarcó.
Además, para Romero “hay una circunstancia de debilidad por parte del presidente que viene por parte de la coalición que es más apoyada por la gente”. Y agregó: “Todos los actores que intervienen en el conflicto entienden que una crisis que provoca una fractura en la coalición sería aún más perjudicial para las elecciones de noviembre”.
“Este conflicto debe encontrar una solución. A mi entender, terminará con algún tipo de cambio que descomprima el conflicto y ayude a las elecciones de noviembre”, añadió.
Por último, cerró: “Hay un síntoma de preocupación de cómo funciona la cadena de mando en el gobierno. Tenemos una política económica que no da claridad ni referencia. Hay mucha incertidumbre”.
